Desde el punto de vista neo-evidencialista, los celos son
una respuesta de nuestro cerebro ancestral, con máxima resonancia en el sistema
intermedio que llamamos “mamífero”. Es un instinto territorial tribal que
resuena con la proporción y la concentración de nuestras hormonas, con el
propósito de seleccionar las hembras y los machos más aptos para la reproducción
de la especie. Todo nuestro comportamiento de celos viene de una estimulación
de estos centros, y nada más... Si bien de un lado es una señal de “salud”
física, por otro lado es preocupante ver que nos quedamos “prisioneros” de
nuestro metabolismo.
Los celos son tensiones inter-personales que surgen de
la condicionalidad y del “desvincularse de su “si mismo””, mientras uno se
vincula con sus propias influencias hormonales.
Los celos son la parte animal, mientras que la conducción de
ellos debería estar manejada por su dueño: el ser humano. ¡Es justamente lo que
debería diferenciarnos de los animales!
La confianza es una relajación inter-personal que surge
de la incondicionalidad en el vínculo.
La confianza, en una
relación, puede ser una compensación de una falta de confianza en sí mismo, o
puede ser una prolongación de una confianza en sí mismo. En la primera
variante, la confianza es compulsiva y frágil, mientras la persona continúa
teniendo una tensión interna por su inseguridad: “¿Estoy realmente segura que
no me va a traicionar?”. En la segunda variante, la persona conectada con su
confianza personal no teme a afrontar la realidad, esto permite una interacción
mucho más sincera, relajada, dinámica...
Las dos formas de confianza son bien distintas, aunque tienen el mismo nombre.
Las dos formas de confianza son bien distintas, aunque tienen el mismo nombre.
Una persona celosa teme a la violencia de sus impulsos. En
ella domina la inseguridad, en esperanza de sentirse más conectada con su parte
humana, inmaterial y profundamente constante.
Como compensación de inseguridad,
ella va a proyectar su necesidad de seguridad en el otro, y enojarse si no
la recibe... Es así que todos llegamos a pretensiones absurdas bajo la
influencia de los celos: Queremos “seguridad absoluta”, “promesas eternas”, “garantías
infalibles” etc...
En los animales, una vez pasado el período de celos, la
situación se normaliza... El problema es que los humanos están toda la vida en
un período de celos.
¡Por ser tan opuestas, celos y confianza son completamente
incompatibles!
El “truco” para manejar mejor tus celos es simple:
- ¡Eres dueño, no esclavo! ¡Son las personas esclavas de sus impulsos las que reducen a otros seres (queridos) a la esclavitud indirecta de sus propias hormonas!
- Con más incondicionalidad, podrás conseguir un diálogo sincero, y estarás en confianza interpersonal.
- Pon más atención en el hecho que eres un ser inmaterial noble, actuando y “preso” dentro de un cuerpo animal, y que todos estos impulsos no salen de quien “eres”, sino del cuerpo que “tienes”...
- En este estado de consciencia todo se calma y sientes seguridad: ¡Es la seguridad verdadera que no depende de nadie fuera de ti, sino sólo de la entrega que pones en percibir quien eres!
- Observa si hay otras cosas que están mezcladas en el cuadro de tu malestar, para poder reconocerlas y desactivarlas o sanarlas: El “querer tener razón”, incertidumbres que son ajenas a la situación de pareja pero que te han vuelto tenso, falta de sueño, deseo de herir que no se refiere a tu pareja, sino que son recuerdos de situaciones anteriores, etc...
- Respira hondo, pide un momento de distancia a tu pareja para reconectarte contigo mismo y con el “tercer elemento” que es la pareja, la confianza, este ensamble de “cosas mágicas” que han construido suavemente durante meses o años juntos. Con distancia y tiempo, todo cambia de color, de agudeza, y es más fácil resolver, pactar, reconciliarse consigo mismo, y por fin poder ofrecer a los seres que nos rodean una presencia madura, estable, centrada en su “hara”... un referente capaz de producir la paz en donde esté...
Un humano en camino de integración de su espiritualidad
aprende a reconocer los impulsos y a manejarlos desde su libre albedrío,
creando situaciones de conciliación, implementando sus convicciones de manera
firme, sin condenarse, y sin dejarse manejar más por los impulsos... Aun teniéndolos.
Jean Niklaus, médico, Pres.
de la Fundación Medicina de Sistemas
www.medicinadesistemas.blogspot.com
Todos derechos registrados en el registro de la propiedad intelectual.
Se puede publicar en la web bajo indicación legible de su proveniencia.
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GENIAL!!! GRACIAS POR COMPARTIR!!!
ResponderEliminarMe gusta poder transmitir conocimientos que ayuden al cambio de paradigma general... pues si todavía no nos damos cuenta de la emergencia socioambiental en la que hemos llegado, habrá que preguntarse: "Qué nos está pasando que cuanto mas dormimos es cuando más alarmas suenan? Qué tipo de patología tenemos los humanos que preferimos dormir en la emergencia, y ocuparnos de historietas de vecinos en vez de centrarnos y reorientarnos activamente hacía el bien común?"
Eliminarcómo puedo trabajar a diario la confianza en mí misma y la conexión conmigo misma?
ResponderEliminarEs un tema muy especial. Confundimos tanto lo que somos con lo que tenemos y hacemos que buscamos la autoestima erróneamente en nuestros logros... y nunca la encontramos allí!
EliminarLa autoestima se construye a través de la incondiconalidad de la mirada hacia nosotros mismos. Esta mirada puede ser nuestra, o ajena, con la consecuencia de tener siempre el mismo resultado: "Ser visto". Es un contacto con la realidad interior que es altamente sanador. Es el "TE VEO" de la película "Avatar"
Los esfuerzos que se refieren a los logros construyen nuestra "Logroestima". Ella es la forma complementaria de la autoestima, capaz de contactarnos con nuestra actitud para interactuar con el entorno físico y social. Ambas son necesarias, y no se pueden reemplazar una a la otra.
Gracias por tu participación! Siempre que tengas dudas escribeme!
Jean
Cuanto por aprender y aprehender, gracias. No debemos tenerle miedo a la realidad y para eso confianza plena en uno! Por otro lado, reconocer que desde las carencias dominamos y entramos en riesgo de violentarnos cuando algo no sale como queremos.
ResponderEliminarQué tema apasionante, lo de TEMER A LA REALIDAD... De hecho hemos aprendido desde la infancia a distraernos de la realidad, y este efecto es como un espejo colectivo, cultural. Será un buen tema para un texto.
EliminarTu contribución me gusta. Si me permites, lo formularía personalmente por ejemplo de esta manera:
"Desde las carencias no dominamos, sino que estamos "dominados" por ellas, por eso no estamos posicionados en la dignidad de nuestra esencia, sino que seguimos los impulsos que se generan cuando algo no sale como queremos, volviéndonos violentos, tanto contra nosotros mismos como en contra del entorno que sea."
Encuentras muchos textos de este Blog que se refieren al tema posición y reposicionamiento, por ejemplo: "Padres y madres: Posiciones, roles y funciones"
Gracias por tu participación!
Jean