Este texto está destinado a personas que ya comprenden las
diferencias fundamentales entre alma y espíritu, descriptas en detalle en mi
libro “Anatomía Secreta de la Consciencia”.
Quienes conocen las constelaciones familiares según Bert
Hellinger (de aquí en adelante: “CFH”) habrán experimentado la fantástica herramienta
que es para reposicionar a las personas entre sí, descubrir secretos de familia
que fueron escondidos, y para liberarse de lazos y sus consecuencias fatales. Seguí
de cerca durante veinte años la evolución de la Constelación Familiar, junto a
la evolución personal de su fundador. Para mi gusto, y sin restarle nada de su
valor como método, veo todavía algunos puntos que se han quedado algo difusos,
por lo que propongo contribuir en su complementación desde la visión de la
Neo-Constelación Sistémica.
En la CFH, la mayor importancia le está dada al linaje
familiar de origen. En la Neo-Constelación Sistémica (de aquí en adelante: NCS)
le doy la mayor importancia en el linaje directo del SER (superior) hacia el
Ser manifestado en nuestra vida física.
Esta diferencia influencia fundamentalmente la manera de trabajar,
y en los objetivos terapéuticos. Los dos “tienen su razón de ser”, y tienen
consecuencias distintas. Sin entrar en todos los detalles, hay que revisar unos
conceptos para entenderlo:
TENEMOS un cuerpo, un alma, un entorno, experiencias, cargas,
patrones de conducta, recuerdos, etc., mientras que SOMOS seres,
respectivamente un espíritu, con un perfil propio que es como un “código matrix”
de quienes somos.
El que SOMOS tiene la pretensión de manifestarse adentro de
la selva de todo lo que TENEMOS. Es una selva, pues las influencias son tan
numerosas, que finalmente lo que hacemos de nuestra vida está lejos de lo que
queremos en lo más profundo de nuestro SER. Es como lanzar una pelota hacia un
objetivo: La intención no puede evitar totalmente las circunstancias adversas como
el viento, piedras en el terreno o personas que interceptan la pelota. Si bien
soy el dueño de la pelota, los resultados no reflejan siempre mi intención. Si
además me identifico con la pelota, llego a una gran confusión respecto a quien
soy como dueño.
Estas interferencias pueden estar a favor, o en contra de
nuestros esfuerzos. Las llamo los campos morfogenéticos, (o mórficos) para usar
un término ya conocido y entendido por la mayoría.
Los padres de nuestro cuerpo físico son aquellos que nos han
dado el ADN y la nutrición uterina necesaria a su creación. También decidieron de
manera cultural, (casi aleatoria) cual será nuestro nombre y el idioma que
hablaremos por los 80 años de vida promedio que estaremos en este cuerpo.
Y quienes son los padres de nuestra alma? Nada que ver con
los padres físicos! Nuestro alma ha tenido un desarrollo lento a lo largo de
ciclos que son muchísimo más largos que una sola vida física! El alma es el
espejo de todas nuestras decisiones en el camino de la evolución personal del
SER. Decidimos a cada instante, marcando así el camino de nuestra alma: Ella se
puede cargar de energías resentidas, o liberar, hasta desvincularse demasiado,
y llegar a una suerte de individualismo aislado... llegamos a cientos de
variantes entre nutrición y carga álmica. La máxima fuerza de la vida no se
encuentra en una “libertad absoluta” ni en un encierro total, sino en la justa
medida entre los dos. Si el alma resulta de todas las decisiones que hemos
acumulado a lo largo de cientos de años... significa que SOMOS LOS PADRES
VERDADEROS DE NUESTRA PROPIA ALMA... la impregnamos de nuestro código fuente, mientras
las corrientes e influencias álmicas de los demás son nutrientes -o venenos-
para nuestra alma.
Encontré el dilema principal de la Constelación Familiar en
el hecho que le damos un enorme poder al linaje familiar momentáneo que nuestra
alma está experimentando durante el tiempo de una vida física... y nos
olvidamos de que hemos tenido cientos de otros linajes, y que todos fueron
desafíos o nutrientes, mientras que siempre hemos podido ser los dueños de
nuestras decisiones o aspiraciones.
Para simplificar la comprensión, lo quiero comparar con una
metáfora: Las distintas clases que hemos experimentado durante nuestra
formación escolar y profesional se dividen en “años”, días, materias y
horarios. Hay algunas materias que nos han dejado huellas especiales, o algunos
maestros, o una sola hora especial que dejó un impacto para siempre. Cada uno
de estos eventos es parte del “linaje” de nuestro conocimiento actual, e
influenció la ruta de nuestras decisiones en la vida. Lo que es este linaje
para la vida física humana es lo que es un linaje familiar para la larga vida inmaterial
de un alma. En ambos casos, hubo un dueño, capaz de decidir a cada instante si seguía
o no con la experiencia en curso.
La NCS no le pone mucho acento a la búsqueda de razones que
justifican nuestro comportamiento actual, sino que nos pone en contacto con nuestra
consciencia (“superior”) en calidad de dueños de nuestro libre albedrío. Significa
que desactivamos la influencia de algunos linajes, y activamos aquella que está
en sinergía con nuestra decisión.
Es un proceso de REPOSICIONAMIENTO.
La reposición define el paso de la evolución.
En la CFH, es fundamental conectarse con “lo que pasó” en
algún momento, o conectarse con la patología actual, luego “poner las cosas en su lugar”, fomentar el proceso de toma
de consciencia de los presentes, y recuperar la armonía en el sistema que está
trabajando.
Es un proceso de REORDENAMIENTO.
Con el orden empieza el flujo del
amor.
La NCS nos obliga a tomar consciencia del adulto, de su
responsabilidad, de su poder evolutivo y de la aceptación de la soledad que
está vinculada a este estado. Es un camino espiritual que nos lleva a un
proceso de Panmeditación. (Termino específico de la Medicina de Sistemas).
También importante es la toma de consciencia de nuestra responsabilidad creativa
respecto al rol social que tenemos, independientemente de si nos referimos a
seres conocidos o no.
La CFH nos permite tomar consciencia de las
interdependencias de nuestros campos álmicos. Si bien la interdependencia es un
hecho, es importante tener consciencia también de que tenemos el poder para
transformar esta interdependencia en una interacción creativa de seres
independientes, dedicados conscientemente a un servicio mutuo. He encontrado cantidad
de consteladores seriales, que parecían constelar como si fuese una adicción, y
que se desarrollaron hacia un individualismo creciente, delegando el poder al
sistema de manera similar a la que lo hace un joven con sus padres: En la
dualidad entre rebeldía y comodidad.
Igual a la juventud como etapa de la vida, la dependencia de
los campos ancestrales es una etapa en la vida evolutiva. La toma de
consciencia en el camino espiritual de que somos absolutamente responsables de
nuestras elecciones, y que somos consciencias con un cuerpo a disposición, y no
cuerpos con una consciencia a disposición, es central en la NCS.
Con ello podemos así cerrar el dilema de la posición
personal en el camino de la espiritualidad. La NCS y la CFH se complementan de
manera ideal, según el propósito personal del figurante, y las preferencias del
terapeuta: La CFH para quienes quieren saber más sobre las causas históricas o
externas, la NCS para quienes buscan reconectarse con el poder creativo de su
ser, capaz de generar los cambios evolutivos, y ambas para transformar los
vínculos que tenemos hacia (o desde) la toxicidad.
Excelente información!
ResponderEliminarConsidero que no podemos relacionarnos de manera interdependiente de forma efectiva sin antes ser independientes y responsables de nuestras elecciones.
Saludos y muchas gracias por esta valiosa información.
Grcias por tu devolución!
ResponderEliminarSi, es así que los vínculos relacionales de una persona promedia de hoy corresponden a los vinculos que tienen las células en un tejido organico en estado de putrefaccion o un tejido tumoral. Es una comparación que muestra lo feo que se ha vuelto la calidad de nuestros vínculos, incluyendo la prioridad que ponemos en valores ilusorios ante aquellos que fomentan la vida, la belleza y la evolución.
Si hay lectores que quieren saber más sobre este tema, escribiré con gusto un texto más amplio que explica la fundamentación de estas afirmaciones, que siempre busco en la sintesis de mi experiencia médica.