Hola! Hoy les pongo a su disposición como reflexión diaria uno de mis tantos dibujos sobre el mundo interior y sus arquetipos. Me llama la atención que muchos confunden lo que "creen" con alguna forma de "saber", lo que los convierte inevitablemente en "opinantes" (por no decir "opinólogos" que es un término frecuente pero incorrecto desde su raíz etimológica) o, en su forma más fundamentalista los convierte en personas que hablan de lo que no saben como si fuera la verdad para el otro.
El término "creencia" indica que es ajeno a mi conocimiento... Las creencias son opcionales y pueden cambiar o hasta disolverse completamente cuando uno se acerca a lo que realmente ES... Dejando lugar a algún conocimiento que puede coincidir con ella o disentir de ella.
Los conocimientos también tienen su fenómeno de maduración, y evolucionan con el tiempo. Lo único que tiene larga vida es el saber referente: El ADN dura de por vida, según el tiempo de existencia de cada organismo, y también el saber de "quienes somos", refiriéndose a nuestro "YO" real ("superior"), como a nuestro "yo" del escenario de la vida ("inferior") acompaña toda la existencia de nuestra consciencia absoluta. (Hago la diferencia entre consciencia absoluta y la consciencia relativa, por ejemplo aquella de la mente, de las emociones)
Si tocamos el término de "creencia" es obvio que muchos intentarán entenderlo desde sus convicciones religiosas. Intentemos reconocer la diferencia entre el creyente de hipótesis y el creyente conectado:
El "creyente" conectado es una persona que en el fondo ha hecho la experiencia de conectarse con algo auténtico desde el eje de su "YO", lo que ha transformado su vida por ser consciente de su "fondo divino". Para ser consecuente con el lenguaje deberíamos decir que se ha vuelto "sabio", ya que se conectó con un saber, y no con una creencia.
El "creyente de hipótesis" se ha conectado con lo que ha escuchado, leído, o lo que ha querido entender de lo vivido. El estatuto arbitrario de lo que es la creencia lo hace sentirse vulnerable, y su tendencia será la de endurecerse, o de querer que todos crean como él para sentirse fuerte. Es un camino seco, duro y solo suavizado por la convivencia con personas que tienen la misma creencia.
El saber no viene hacia nosotros, solo ES. Nuestra tarea es la de limpiar o abrir lo que nos aleja o separa de él para poder conectarnos con lo que ES. Es comparable al esfuerzo de abrir la puerta de la heladera para conectarnos con lo que hay adentro. Todo prejuicio es una puerta cerrada hacia lo que ES.
La manera en la que vivimos co-crea la sociedad que tenemos. Si esta sociedad todavía no está como pensamos que debería ser, es que hacemos algo erróneo...
Empecemos con nosotros mismos!
Los invito a reflexionar sobre nuestro rol de referentes:
"Soy un referente para alguien"? "Me gustaría tener como referente alguien como yo"?
"Cuales son las cosas que puedo mejorar para ser más coherente en mi vida"?
Saludos a todos ustedes que comparten esta página interactiva!
Jean
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