Los términos Padre
y Madre visto desde mi comprensión neo-evidencialista representan una posición
arquetípica que no tiene reemplazo, aún si el rol está tomado por otra
persona sustituta, o si las funciones y las conductas están representadas
o compensadas por una sola persona (padre o madre)
En la “era de la familia ensamblada”(dada por divorcios o por nuevos vínculos de géneros) encontramos de manera bastante generalizada los mismos errores de posicionamiento, que son en algunos casos fuentes de dolor y de agresiones absolutamente inútiles para los chicos, en las escuelas, también para la congruencia familiar y la sociedad. Es un tema largo del que quiero darte solo una introducción general.
El error más
corriente que podemos encontrar en sistemas de familias ensambladas y en madres
o padres solteros es la exclusión posicional de una u otra parte: Excluir el
fundamento “madre” o “padre” es posicionalmente como robarle el suelo o
cortarle un pedazo (inmaterial) de la personalidad del hijo/de la hija. La
consecuencia de este robo posicional es una suerte de condena que hace que
tenga que crecer y vivir su vida con inseguridad (carencia de referente Yang) o
con alguna dicotomía (dominancia de Yin inmaduro).
Estos conceptos de
Yin y de Yang se pueden comprender a través de otros escritos en este blog.
Ejemplos de carencias de Yang de referencia son los pánicos, el miedo al error, la dificultad para tomar decisiones firmes, o de sostener una decisión, o de terminar lo empezado, como en el caso de las adicciones. Ejemplos de carencias de referente Yin son múltiples desde la debilidad de la auto-estima hasta la polarización extrema entre “bien” y “mal” o “lo mío, lo que necesito” y “lo ajeno que rechazo totalmente”. Un Yin inmaduro lleva a una rigidez e intolerancia extrema, altamente destructiva. Ambas carencias pueden llevar a comportamientos obsesivos.
Ejemplos de carencias de Yang de referencia son los pánicos, el miedo al error, la dificultad para tomar decisiones firmes, o de sostener una decisión, o de terminar lo empezado, como en el caso de las adicciones. Ejemplos de carencias de referente Yin son múltiples desde la debilidad de la auto-estima hasta la polarización extrema entre “bien” y “mal” o “lo mío, lo que necesito” y “lo ajeno que rechazo totalmente”. Un Yin inmaduro lleva a una rigidez e intolerancia extrema, altamente destructiva. Ambas carencias pueden llevar a comportamientos obsesivos.
Siempre que reconozcas
una de estas características en ti o en otra persona, habrá una relación con
uno de tus referentes posicionales arquetípicos. Son síntomas que permiten ver
lo estable o inestable que es nuestro anclaje en el fundamento de nuestros
recursos Yin y Yang.
En los cuentos de
Disney, este fenómeno se encuentra simbolizado por ejemplo por el sortilegio de
la “Bruja mala” que por proyección propia le saca alguna virtud a un recién
nacido, o lo pone en una situación condicional que se cumplirá en un momento
dado... hasta que venga el principio arquetípico correspondiente (la unión bajo
Yin’s y-Yang’s maduros, representados por el príncipe, la princesa, la reina o
el rey, el caballero noble que vence “sus” dragones, etc)
Podemos condenar la
conducta o el rol de una persona, pero nunca su ser, sino nos estamos convirtiendo enseguida en la bruja negra de
la película. Un niño puede tomar con los años decisiones de querer aprobar o no
la manera cómo fue el rol o la conducta de su madre / su padre, y está
bien así por lo tanto que se refiere a estos dos aspectos... pero la posición del ser de ellos es algo intocable sin arriesgar un juego peligroso que
retorna como un boomerang: Quien intenta derrumbarla se derrumba a sí mismo y a
su propia familia, tarde o temprano. En el nivel del SER somos absolutamente
unidos, y cada intento en contra del otro es un auto sabotaje.
Esta realidad está entendida por aquellos que practican el ritual llamado “Hooponopono”, sobre lo cual existe numerosa literatura, y que es una de las pocas enseñanzas genuinas que no perdieron su simplicidad por el ingenio de algún Ego, y es altamente eficiente.
Esta realidad está entendida por aquellos que practican el ritual llamado “Hooponopono”, sobre lo cual existe numerosa literatura, y que es una de las pocas enseñanzas genuinas que no perdieron su simplicidad por el ingenio de algún Ego, y es altamente eficiente.
El concepto de
diferenciar el Ser, su rol y su conducta puede parecer difícil poner en
práctica para el principiante, ya que nuestra sociedad confunde de manera extrema
lo que somos con lo que tenemos. El padre es padre, y tiene roles,
en los que puede cumplir o no con sus funciones.
Hay numerosos ejemplos de que estamos confundidos: “Tienes malos resultados en
la escuela, entonces “eres” un burro”. “Soy blanco, ellos son de color”... “soy
arquitecto”... “Tengo una Ferrari, soy un héroe”... “tienes cabello rubio, eres
la mujer de mi vida”..., etc.
La frase “Soy
padre” es ambigua, puede ser que se refiere a lo que somos, o a nuestro rol
en este periodo de la vida, o hasta refiriéndose a nuestra función en un momento dado. Mi consejo es que enseñemos a nuestros
hijos a respetar al ser que
contribuyó a que existan, y que aprendan a solucionar sus conflictos de roles
enfrentando lo necesario para conseguir soluciones, evitando dedicarse a
destacar diferencias, lo que solo fomenta problemas.
“¿Pero, como
hacerlo?” dirán algunos indignados con su ex-pareja, o por malos tratos a la
hora de la concepción de su hijo, de su nacimiento o al atravesar un divorcio.
El desafío está en nuestra capacidad de aprendizaje para discernir al ser de sus acciones, en vez de olvidarnos de este ser bajo la avalancha de malos recuerdos de lo que pasó... “pagando
la cuenta” inevitablemente algún día con algo que no hubiera sido necesario.
Si sacas un balde
de agua del lago, el lago se encarga de llenar el vacío que creaste. Si Alguien
te está sacando de tu lugar de madre/padre, el precio lo pagan tus hijos, y tus
nietos... La vida se encarga de un ajuste de vacíos por las patologías que ella
crea. Es apasionante entender el lenguaje de las patologías, pues ellas nos
salvan de quedarnos ciegos y presos en nuestros propios errores.
Jean Niklaus, médico, Pres. de la Fundación
Medicina de Sistemas
www.medicinadesistemas.blogspot.com
Todos derechos registrados en el registro de la propiedad intelectual.
Se puede publicar en la web bajo indicación legible de su proveniencia.
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