La Homeopatía y la ciencia

LA HOMEOPATIA ES CIENTIFICA O NO LO ES?

Sabes cual es el principio por el cual funciona la homeopatía? Es el uso de copias en vez de originales. La fotocopia de un incendio te permite rever la escena traumática sin quemarte... La psicoterapia es también una forma “homeopática” de repasar tu pasado para que lo dejes atrás... el uso de una sola dosis de arsenicum 200 CH despierta por ejemplo los procesos de eliminación de tu cuerpo, para eliminar depósitos de arsenio en él.

Sabes qué es la ciencia? Es el arte de observar y medir la realidad, teniendo una postura libre de cualquier prejuicio... Si hay prejuicio, no hay ciencia. Si hay intereses para obtener un determinado resultado tampoco. El científico debe ser “como un niño incondicional” que toma las cosas de la vida sin prejuicio y con la facultad de maravillarse... un adulto maduro sin miedo de confrontarse con que su hipótesis se confirme o no.
 El camino homeopático para destacar las propiedades de una substancia en altas y bajas dinamizaciones es muy largo, lento, es el más rígido y obsesivo que hemos tenido en toda la historia de la medicina fuera de las instituciones, una realización maestra increíble desde oficinas independientes, usando protocolos con alta exigencia... hechos en horas además del horario de trabajo diario, por el amor hacia el descubrimiento científico de lo que podría ayudar a sanar. Sólo que estos protocolos nunca fueron integrados en programas universitarios oficiales... por un prejuicio que bloquea la aclaración. Uno no tiene idea de la entrega incansable de estos colegas que han conseguido descubrir lo que a primera vista no parece poder ser posible, ya que los procesos de dilución eliminan la substancia para quedarse con su sola "impronta" o huella misteriosa en el agua.

Existe como un racismo tradicional infantil entre los polos médicos, y nunca consiguieron madurar a la adultez. El primer grupo de médicos opina que la eficiencia aprobada por las universidades y apoyada por industrias es lo único que tiene valor, descartando radicalmente todo lo que no sale de una universidad. El otro grupo de médicos se ocupa de buscar soluciones, sin discriminar si estas soluciones vienen de productos de la tierra, de tradiciones indígenas, de la comida, de nuestras costumbres o de una industria cualquiera sea. El campo universitario se ha tomado el derecho de jugar a ser referencia, pero omite ser coherente cuando se trata de poner en práctica su definición de la postura médica, y también de la postura científica.

Así resulta que nunca hemos tenido una universidad que se ocupe consecuentemente de repetir o acompañar investigaciones homeopáticas y así nunca acabaremos con el desperdicio energético que representa la opinología institucionalizada. Es una manera poco honorable y noble el hecho de atrasar dos siglos una respuesta que pudiera vencer las distancias y traer soluciones en la regulación, sólo porque podría comprometer un cierto porcentaje de intereses ocultos atrás de la medicina intervencionista o comprometernos a un cambio de paradigma mientras todavía no hemos madurado más allá de una postura miedosa que se agarra a lo conocido para no tener que enfrentarse a lo nuevo...

La cultura del miedo y del desvalor domina en nuestras culturas actuales, y no varía mucho de un país a otro. Esto nos recuerda inevitablemente a los años de escuela primaria en los que los niños más musculosos se creian los reyes del patio... Cuánto tiempo más vamos a necesitar para que nos despidamos de estos modos infantiles, pasando a la postura adulta del solucionador? Donde ya no exista la vergüenza en escucharse mutuamente, ofreciendo servicios para que juntos podamos empezar a sanar en vez de quedarnos tratando síntomas sin aprender de nuestras enfermedades?

Hay otra cosa que me parece puesta al revés: Se habla en general de la eficiencia de un tratamiento homeopático sin hablar nunca de la legitimidad científica del protocolo que lleva a la asociación de una substancia con un conjunto de síntomas. Ya que éste se encuentra generalmente impecable, los “científicos” atacantes evitan el tema. De verdad es difícil intentar saber científicamente con certeza si fue la dosis homeopática específica que sanó una enfermedad o si fue otro factor, y en eso las discusiones se quedan generalmente abiertas, pues: en la homeopatía no se tratan enfermedades, sino que se busca el equivalente de un conjunto de indicios y síntomas.

Una de las estrategias preferidas de un manipulador es desviando la atención en el campo adverso: Por ejemplo el que no trabaja para su propio desarrollo personal y dice a otro que está loco... O el que no sabe comportarse dignamente y critica moralizando a los otros... o el que se olvidó de lo que es la ciencia y critica la homeopatía sin siquiera haber probado una dilución en cinco etapas de su propia orina al inicio de un estado gripal.

Querido lector: No importa cual es tu creencia, lo que sí importa es si esto te ayuda a crecer de verdad. Este conflicto bicentenario no consiguió hacer crecer la medicina, y cuántas personas han debido sufrir por las consecuencias de tanta soberbia? Si la medicina no se sana a sí misma, que credibilidad queda en el campo de la salud?
Que problema hay en aceptar que la medicina puede:
1) tratar con intervenciones (químicas o cirúgicas)
2) sanar con procesos de regulación? (manual, funcional)
No hay vergüenza en complementarse, pero sí me parece que nos estamos desvirtuando como médicos si no somos los primeros en mostrar un ejemplo de conciliación hacia un propósito común: “ayudar al bienestar integral” como dice la definición de la salud de la OMS (organización mundial de la salud).

La vehemencia de este escrito no tiene que ver con que estuviera de un lado u otro. Me encantan los dos a su manera. Tiene que ver con mi deseo de sacudir la desidia con la que las instituciones demoran en caminar hacia su propio bienestar, atrasando soluciones, perdiéndose cada vez más en los problemas. Si eres médico, en el nombre de nuestros grandes maestros que marcaron el origen de la medicina te pido responder constructivamente a los nuevos desafíos, desde una posición adulta, siendo capaz de apoyar a todo aquello que prometa soluciones, aunque sean pequeñas, en vez de dilapidar más tiempo sosteniendo heridas y teorias inútiles, estancadas en el pasado...

La humildad de ser médico nos ofrece desafíos para crecer, sintiéndonos al servicio de algo superior, mientras que la soberbia de ser médico nos seduce para huir del miedo de sentirnos débiles y desprotegidos, es así que entonces nos nutrimos de la locura virtual que es la de sentirnos superiores.

Para quienes quieren leer un articulo reciente sobre la aceptación de la homeopatía en Suiza siguen este Link: HOMEOPATÍA: El gobierno suizo la declara eficaz y rentable