La Cerebralidad es un término Neo-Evidencialista que defino así: "Ensamble de
mente y emociones que se suma al metabolismo hormonal de las otras partes de nuestro cuerpo físico". La
cerebralidad es entonces en otros términos todo lo neuro-hormonal que limita nuestro concepto de consciencia a su nivel físico químico. Por su naturaleza material, ella se diferencia nitidamente del marco de la “consciencia
superior” inmaterial. Con la muerte física, un individuo
se desconecta cien por ciento de su cerebralidad, lo que significa que no tiene
más emociones, sino que ES parte de un flujo álmico... Que no tiene más
pensamientos, sino que ES parte de los códigos que ha conseguido aprender
durante su vida física... Lo que le queda es Consciencia, aunque desde la vista
del médico terrestre la vida física de esta persona terminó.
El uso de este término permite una distinción clara de los términos
parciales en uso: “El cerebro”, “la mente”, “las emociones”, “los hemisferios”,
“la mentalidad”, “la intención”, “los deseos”, etc... ya que estos términos no
dan una clara idea de qué es finalmente la consciencia que se encuentra en
todos ellos... Hablaremos en otra oportunidad de la Consciencia, de la
inconsciencia, y del subconsciente... ¡son temas muy amplios y apasionantes!
La ventaja de que la cerebralidad existe es su carácter nítido... capaz de discernir los detalles más pequeños como un microscopio de consciencia!... pero su desventaja es su
sistema de funcionamiento primitivo, animal, disociativo, dependiente de ritmos
de regeneración y de nutrición, así como su tendencia tan dominante y obsesiva
que uno se olvida fácilmente de quien ES en la sutileza del mundo inmaterial. Así
que una cerebralidad desconectada de su “YO” superior opera exactamente como un
animal promedio, y en casos de emergencia como un reptil.
La educación actual corresponde todavía a un paradigma
antiguo, esquemático, normativo y con referencia económico-industrial, que se
ubica en la cerebralidad, con la consecuencia de desconectar los niños de
quienes son, en vez de fomentar su presencia en búsqueda de su motivación, su
creatividad individual y sus talentos. Metafóricamente es comparable a privar
un teléfono celular de su antena, obligándolo a repetir grabaciones puestas en
su memoria. No nos olvidemos del sol por la barrera de nubes! Respectivamente,
no nos olvidemos de quienes somos por estar ocupados en el nivel de nuestra
cerebralidad.
Jean Niklaus, médico, Pres.
de la Fundación Medicina de Sistemas
www.medicinadesistemas.blogspot.com
Todos derechos registrados en el registro de la propiedad intelectual.
Se puede publicar en la web bajo indicación legible de su proveniencia.
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